Karate Kid. (el Sr. Miyagui no existe)
El otro día me quedé viendo en TV Karate Kid. Las he visto todas, incluso la cuatro, en donde actúa Hilary Swank (The Next Karate Kid), y que no encuentro tan mala.
Dudo que exista alguien como el señor Miyagui. Porque este viejito nunca se equivoca, siempre tiene la frase correcta y se toma todo con tranquilidad (aunque si uno pudiera pelear como él, también andaría por el mundo sin miedo a nada). Y también dudo que exista alguien más idiota que Daniel. Daniel San para todos. Un tipo que con su cara de cabro chico es mandado a hacer para meterse en problemas. Siempre toma malas decisiones, siempre es impulsivo y ya debería saber que el Sr. miyagui tiene la razón y no los Cobra Kai. Una de las peores partes, de esas que dan vergüenza ajena, es cuando la mamá lo va a dejar a la cita con Elizabeth Shue. Pobre tipo. Siempre pensé que tenía merecido que le pegaran.
Me acuerdo que cuando chico después de la película fue el boom de los centros de karate, todos andaban haciendo la garza y muchos soñaron con ganar algún campeonato de karate. La película es entretenida, aunque debo reconocer que soy bastante poco objetivo con este tipo de películas, que me recuerdan cuando era cabro chico y creía que lo que ocurría en la pantalla podía ser real, y cada vez que la topo no puedo dejar de verla.
Encerar. Pulir. Ese es el mensaje de Miyagui.
Balance.
Karate aquí…no aquí.
Definitivamente si pudieran existir señores Miyaguis, nuestro mundo estaría mejor. Tal como me lo imaginaba cuando veía estas película con un vaso de leche con chocolate.
Karate Kid.
1984. dir John G. Avildsen
Pablo Otaíza